Vivimos en una sociedad
que evita mirar de frente un hecho universal e ineludible como es la
muerte y por lo tanto no nos prepara para ello.
Más tarde o más temprano nos encontramos ante la inminencia de nuestra
muerte personal o la de seres cercanos muy queridos y nos sentimos
desnudos, angustiados, atenazados por el miedo, hundidos en el dolor
ciego y sin recursos.
En KSL somos conscientes de esta realidad y abrimos este nuevo
servicio para compartir la herramienta de la meditación que practicamos
en el Centro con quien lo desee y en especial con quienes estén
atravesando estas situaciones de pérdida.
La experiencia nos indica que la práctica de la meditación permite
afrontar desde la lucidez estos procesos naturales de la vida con una
comprensión profunda a la que acompañan la paz y la serenidad.