Taller
de Meditación en la prisión de Pamplona V
(Valoración curso 2014-2015 y
presentación curso 2015-2016)
¡Cómo pasa el tiempo! También para
el Taller de Meditación en la prisión de Pamplona que inició su andadura
en el año 2009 y en este 2015 sigue vivo y goza de muy buena salud.
Haciendo algo de historia cabe reseñar el cambio que supuso la nueva
ubicación de la prisión que exigió una adaptación modificándose el horario
del taller que pasó de dos horas semanales a prácticamente cinco horas un
día por semana para poder realizar sesiones de meditación en dos módulos y
la enfermería por separado.
Frente al temor inicial de que este cambio pudiera mermar la asistencia al
taller la realidad vino a desmentir cualquier supuesto negativista pues la
asistencia de internos al taller fue mayor de lo que había sido en la
antigua prisión.
La asistencia media durante este pasado curso 2014-2015 se ha situado en
una horquilla entre 25 y 30 meditantes y estimamos que en total cerca de
la centena habrán sido los internos que habrán tenido contacto con la
meditación con mayor o menor asiduidad.
Respecto a la media comentada hay que mencionar que la dinámica propia de
la prisión hace que confluyan toda una serie de circunstancias que impiden
que personas manifiestamente interesadas en acudir por haber tenido una
experiencia muy positiva en las sesiones, no puedan hacerlo. Nos referimos
a temas como destinos, visitas de familiares o de médicos, psicólogo,
abogados, jueces, etc… En definitiva como suele decirse son todos los que
están pero no están todos los que son.
Dejando de lado los números mencionaremos algo acerca de la metodología de
trabajo.
Desde el inicio la estructura básica se ha mantenido prácticamente sin
cambios.
Sesiones de meditación de 20 minutos de zazen o conciencia en la
respiración con una guía y un fondo musical, seguidos de otros 20 minutos
de atención a los fenómenos internos (pensamientos, emociones y
sensaciones) con el acompañamiento de una enseñanza sobre meditación
básica pero no por ello carente de profundidad. En total casi 50 minutos
en silencio, los primeros en toda su vida según comentan algunos de los
internos.
Tras este espacio de silencio pasamos a compartir las experiencias vividas
en la meditación siendo muy generalizado el comentario por su parte de la
paz gratificante que se produce en la sesión.
Este espacio de compartir permite intercambiar desde una total
espontaneidad, las dudas o cuestiones relativas a la meditación o lo que
vaya surgiendo.
Cada curso lo iniciamos con el visionado de un documental titulado
Haciendo Tiempo Haciendo Vipassana que recoge la experiencia vivida en
Tijar una prisión de la India, donde se implantó todo un plan de
meditación de resultados extraordinarios. Además este curso pasado
proyectamos también el documental The Dharmma Brothers donde se plasma
algo similar pero en el contexto de una prisión de alta seguridad en
Alabama (EEUU).
Ambos documentales aportan una información que ubica la experiencia del
Taller de Meditación en un contexto de experiencias similares salvando las
distancias tanto por el contexto socio cultural y las condiciones de la
propia prisión como por la dedicación a la práctica meditativa a la que
hace referencia que se estructura en base a cursos intensivos.
En este curso 2014-2015 hemos incorporado una interesante experiencia a la
que pretendemos dar continuidad en la medida de lo posible. Durante el
verano en el mes de agosto planteamos la realización de un intensivo de
meditación . Tal iniciativa surgió de un grupo de internos asiduos al
taller y a la que intentamos dar respuesta. Propusimos el tema a la
Subdirectora de Tratamiento y encontramos una disposición muy favorable.
Nos planteamos tres horas de meditación con sesiones de 40 minutos y 20 de
descanso siguiendo las pautas habituales del taller con la salvedad de
introducir una sesión diferente basada en la escucha de música meditativa
durante la práctica. Por razones organizativas solo se pudieron hacer dos
sesiones. La propuesta que realizamos incluía la participación conjunta de
los internos de ambos módulos y la elección de un espacio diferente más
silencioso fuera del cotidiano.
La experiencia fue muy exitosa y todos los participantes incluida la
funcionaria que nos ayudó y que participó también de las sesiones nos
expresaron su satisfacción y el deseo de repetirla.
Recogimos en una sencilla encuesta las opiniones, valoraciones y
sugerencias de todos los participantes, información de gran utilidad para
posteriores ediciones, y aunque este verano, del 2015 no ha sido posible
por diversas circunstancias estamos en ello para que este curso 2015-2016
que comenzará en octubre pueda ser una realidad.
Afrontamos el nuevo curso con ganas e ilusión renovadas, viviendo como una
gran fortuna poder compartir con otras personas la práctica meditativa a
la que consideramos como una herramienta indispensable para alcanzar una
plenitud personal y colectiva que pertenece a la humanidad en su conjunto,
sea cual sea su creencia, ideología o condición sociocultural.
No podemos acabar estas líneas sin expresar nuestra gratitud a quienes nos
apoyan desinteresadamente y nos ayudan para poder realizar este taller
como son la asociación SARE, Pablo, Carlos y Jesús siempre ahí echando una
mano en lo que haga falta.
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