Para
Edurne
En lo pequeño y en lo sencillo, está lo
grande. Yo así lo vivo. Esto es lo que me has transmitido, Edurne. Tu
sonrisa, saludo en euskara y tu mano tendida desde el primer día que
visité el centro me lo han puesto fácil. Ha sido un sentirme bien desde el
principio. Tu discreta presencia siempre ha sido compañía. Mantuviste la
luz de la velas encendida siempre, con ellas también nuestra luz.
Agradezco el haberte conocido porque de ti también he aprendido. Hoy te
abrazo desde lo no físico y me fusiono con tu presencia. Mila esker Edurne.

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