Para Edurne

Evidentemente, no sé como será el estar en otro plano de existencia, además con el añadido de el despertar a la plenitud de la Vacuidad Consciente.

Lo que si que sé es que el tiempo que he conocido a Edurne en este plano, siempre le ví hacer todo lo que estaba a su alcance, por ayudar a los demás.

No es fácil ignorar esa presencia, cálida y amorosa en la mirada, siempre acompañada de una amplia sonrisa, cada vez que se abría la puerta de Karma Samten Ling, tanto al llegar como al marchar. También es de agradecer esa constante atención por la comodidad de todos los meditantes.

Quizás el mala que me proporcionaste, no lo hago girar a diario, pero lo que es seguro… que cada vez que gira, lo hace como Edurne Olloquiegui me enseñó, Om mani pedme hung.